Fito, camaleón technicolor

Más de diez años habían pasado desde la última vez que vi a Fito Páez en vivo, fué en el Festival Iberoamericano de Rock (1991), en el antiguo Cinemovil Cafetal en la vía a Los Naranjos, Fito estuvo muy bien ésa vez, traía mucha fuerza y una excelente banda.

Entre otros, y repartidos en dos intensos fines de semana, el de Rosario compartío, ese año 91 tarima e insultos con Los Prisioneros, con quienes incluso intercambió tambien algunas cachetadas, los desconocidos hasta entonces Paralamas do Suceso, la ahora leyenda Soda Stereo, Miguel Ríos, Los Rodriguez, Los Lobos, La Unión; por Venezuela, Desorden Público, Sentimiento Muerto, Los Espías, Seguridad Nacional, Poster (un servidor en la voz, de recuerdo me llevé una píldora en la frente), y es posible que se me escapen algunos nombres, lo más importante fué la fabulosa conjunción de talento y buena onda, que con algunas excepciones, circuló por el antiguo autocine.

Los pasados 5 y 6 de noviembre se presentó con su pequeño combo, como él mismo lo llamo, el argentino en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), compré las entradas para el domingo, y me fuí muy bien acompañado con mi flaka, la cita comenzó un poco más tarde de la hora fijada, pero en algún momento inesperado de la espera, salió a escenario, el Fito.

Solo y diciendo que haría un show completamente distinto al de la noche anterior, empezaría por debajo, o séa, el solo, con el piano y alabando el talento y la magia de uno de sus compositores latinoamericanos favoritos, su compatriota Charly García, de quien cantó un tema escrito por él en 1978, y así, fue subiendo el tono a medida que se fué desarrollando la noche.

En una onda de amigo que tenías tiempo que no veías, fué creciendo el toque, habló muy bien del Aula Magna y muy mal de los premios Grammy Latinos, diciendo que el 'no pertenece a esa mierda'; así, textualmente.

El tipo es un rock star, yo le había perdido un poco la huella, incluso el interes en escucharlo, pero es indiscutiblemente uno de nuestros grandes músicos, un poderoso compositor y artista, un orgullo para latinoamerica, insisto en que hoy en día no estan todos los que son, y viceversa, no todo lo que se escuha y se ve, 'es', y que el negocio de la música esta en una terrible decadencia, de la cual los artistas tenemos el deber y la oportunidad de aprovecharnos.

Por cierto, olvidé decir que en el concierto no hubo compensación nacional, o los 'mal llamados' teloneros; ¿no se supone que es una 'ley' que hay que cumplir? ¿o es que ya la multa es tan irrisoria en bolívares que el empresario prefiere pagarla que contratar a algún artista nacional? la pregunta queda en el aire, hasta el próximo concierto.